Diario de Navarra vuelve a reunir a dos expertos en sus instalaciones en una jornada de ‘DN en vivo’ para despejar incógnitas sobre las pensiones y hablar sobre la sostenibilidad de las mismas. En este foro se abordaron perspectivas diferentes tanto por parte de José Antonio Herce– socio fundador de LoRIS (Longevity & Retirement Income Solutions) y presidente del Foro de Expertos del Instituto BBVA de Pensiones- como por Rashid Mohamed Vázquez, director provincial de la Tesorería de la Seguridad Social (SS) en Navarra, que coincidieron en lanzar a los ciudadanos un mensaje de tranquilidad y apostar por la viabilidad de las pensiones.
José Antonio Herce defendió que “hace años” que la Seguridad Social gasta más de lo que ingresa, un déficit que, aseguró, no oculta la cosmética contable aplicada por el Gobierno de Sánchez y que señaló que “ya no puede exprimirse más el limón de las cotizaciones”. El analista aseguró que el mayor peligro para la sostenibilidad de las pensiones son los “entusiastas” y no los críticos como él. “Los entusiastas son los que se la van a cargar, los que le piden a la Seguridad Social lo que ya no puede dar”.
Herce puso encima de la mesa la medida “más drástica” que a su juicio, junto con otras, debe aplicarse cuanto antes. “Hay que trazar una línea de edad y que los trabajadores de menos de una edad, yo pondría los 45 años, no pueden jubilarse con el mismo sistema de pensiones con el que se han jubilado sus padres. Con la misma fórmula. Hay que cambiarlo”, afirmó rotundo.
El consultor, que calificó de “explosiva” la actual fórmula de cálculo, apostó por que la Seguridad Social mantenga su condición de sistema de reparto, sujeto a “reglas actuariales”, de manera que la cuenta de cada cotizante (trabajador) sea individual, tenga nombre y apellidos, y acredite las cotizaciones que, efectivamente esa persona pague. “No las bases por las que cotizas, sino los euros que cotizas cada año, durante todos los años de tu vida y se actualicen. Llegada la jubilación, que se calcule la pensión como una renta vitalicia pura teniendo en cuenta tu esperanza de vida”, señaló el experto.
“El problema que está en la base es que cada vez vivimos más. La cohorte que nazca mañana vivirá cuatro horas más que los nacidos hoy. ¡Cuatro horas más cada 24! Es espectacular. En 1900 la esperanza de vida era 40 años y entonces la edad de jubilación eran los 65 años. Hoy la esperanza de vida es superior a los 80 y la edad de jubilación sigue siendo a los 65. La esperanza de vida se ha duplicado pero la edad de jubilación no se ha movido ni un mes”, indicó el analista, quien señaló que la equivalencia de los 65 años de 1900 están hoy “entre los 81 y 91 años” “¡Ojo! No estoy diciendo que la edad de jubilación deba ser entre 81 y 91 años”. “La Seguridad Social no puede darnos rentas fabulosas a cambio de cotizaciones insignificantes para toda nuestra vida cuando nuestra vida es cada vez más larga”.
Para el consultor, que no nazcan niños no es un problema porque el estrechamiento de la pirámide de población “provocará un problema de liquidez y no necesariamente de solvencia”.
Herce abogó por una fórmula que calcule la pensión con más justicia. Dijo que a una pensión media la Seguridad Social devuelve 1,7 euros por cada euro cotizado, cantidad que aumenta en las pensiones más bajas y se reduce en las máximas. “La SS es la mejor inversión de las clases populares y de las clases medias. Pero eso hace a la SS intrínsecamente insostenible”, indicó.
Consideró necesario hacer pedagogía con el tema de las aportaciones y su retorno. “Las pensiones, incluso a personas que han cotizado 40 años, reciben un dinero muy superior a lo que han cotizado”.
El directivo, Mohamed, apuntó como reto que el sistema “digiera” el ‘baby boomer’, un fenómeno demográfico que tildó de “puntual” y que hará que en 2050 el sistema de pensiones “alcance el punto de máxima tensión financiera”. “En la décadas siguientes, 2060 y 2070, conforme se produzca el relevo, el sistema se destensionará”.
Según Mohamed, la respuesta al ‘baby boomer’ pasa por dos claves. Una, dar certidumbre, lo que atañe al compromiso de Estado de aumentar las aportaciones. Señaló que el sistema sanitario también estará tensionado en los próximos años, que se incrementará el gasto sanitario y que “nadie cuestiona que no tengamos un sistema de salud público”.
Como segunda clave citó medidas que flexibilicen y modernicen el sistema, como por ejemplo los recientes incentivos para que se demore la edad de jubilación y más gente se mantenga en el mercado laboral para “descargar de tensión al sistema”.
En cuanto a las medidas adoptadas y la revalorización del IPC, se comentaron algunas cuestiones relevantes.
El analista, Herce, aseguró que los jóvenes van a cobrar pensión, “pero no será tan buena como la de sus padres porque cada generación vive entre 8 y 10 años más de lo que han vivido sus padres”. Sobre los ‘baby boomers”, Herce destacó que el nuevo sistema de equidad intergeneracional lo va a pagar una parte de la cohorte de esas generaciones. “Ese 0,6% adicional que se va a pagar entre 2023 y 2032 no va a añadir ni un céntimo a la pensión que se va a obtener. El ministro sabe que no aumenta gastos pero sí muy modestamente los ingresos”.
En cuanto a los incentivos por demorarla se refirió al cheque anual de hasta 12.160 que pueden obtener alguien con la base reguladora máxima. Lo calificó como un “truco conductor” ya que en España se va a optar “por el cheque en mano” que un 4% de más en la pensión de por vida durante 22 años, algo más cuantioso. “El 4% vale tres veces más que el cheque”.
Como respuesta, Herce, dijo que las medidas puestas en vigor no va a “alterar sensiblemente” el balance y que va a seguir creciendo el gasto. En ese sentido, consideró necesario desvincular las pensiones del IPC. Estimó que la inflación puede acabar el año en torno al 7%. “Cada punto supone un desembolso de 1.300 millones, pero son 1.300 que se meten en la base y, en los años sucesivos, pueden llegar a 15.000 millones”.
Mohamed defendió una Seguridad Social “viva” y que ofrece “respuesta a las necesidades sociales de cada momento, apoyando a empresas autónomos y trabajadores”. “Conclusión: ninguna reforma es la última pero ésta responde a la necesidad de que la SS es un pilar de la sociedad de bienestar y mantiene el compromiso político”.
Sobre las medidas necesarias a aplicar, los expertos aportaron algunas claves. En primer lugar Herce dijo que “la Seguridad Social es el mejor seguro de longevidad jamás inventado. Ningún otro seguro podría resolver un problema tan serio del riesgo de longevidad. Pero para resolver ese problema no se pueden violar las reglas actuariales, las que te llevan a calcular la prima de un seguro en función del riesgo. Y esas reglas te dicen que no puedes regalar pensiones 1,7 veces mejores que las primas”, indicó el analista, quien habló de cambiar la fórmula de cálculo de pensiones para los menores de 45 años.
Además, este, aludió a estudios que apuntan que las clases menos favorecidas viven 7 u 8 años menos que las más favorecidas. “Si se calculase la pensión con arreglo a esa circunstancia de vida más limitada para la personas menos favorecidas seríamos un país pionero. Muchos llevamos lustros denunciando que las pensiones de los ricos las pagan los pobres por el mero hecho de que viven 7 u 8 años menos que estos”.
Mohamed señaló que la recomendación cuatro del Pacto de Toledo habla de una convergencia de regímenes. “Se tiende hacia un único sistema general”, indicó el directivo, quien señaló que en autónomos habría que ir acercando las bases de cotizaciones a los rendimientos de las actividades. También apuntó a la necesidad de “compatibilizar trabajo y pensión”, mejorar la lucha contra el fraude y “dar respuesta a la economía digital”, donde dijo puede haber casos de infracotización.
Sobre los planes individuales, Herce, reclamó que todo vehículo previsional, individual y de empresa, tiene que tener “el mismo tratamiento fiscal” que las cotizaciones. Además, criticó cómo se han vendido los planes de pensiones y aseguró que España tiene un sistema de previsión complementaria “ridículo”.
Al respecto, contó que Holanda tiene 2,3 veces el PIB en ahorro previsional. “No en cuentas corrientes, sino en ahorro para la jubilación. En España tenemos 3,5 veces el PIB en ladrillos. Si pudiéramos trasformar ese 3,5 veces en ladrillo en rentas vitalicias en complementos para la jubilación no tendríamos ningún problema de pensiones, pero no es fácil tragarse un ladrillo. Son muy indigestos”, dijo el experto, para quien hay jóvenes que no ahorran “porque van a recibir dos o tres pisos de sus padres”.
Mohamed consideró que los planes individuales y de empresa ofrecen demasiada variabilidad y que deben verse como algo complementario al sistema público de pensiones.
En cuanto al futuro, Herce señaló que “hoy millones de pensionistas necesitan 300 euros al mes. ¿Se los va a dar la Seguridad Social? No, porque ya no puede exprimir más el limón de las cotizaciones. Ahora mismo las nuevas altas del régimen general son mayores que el salario de los trabajadores menores de 35 años. El futuro previsional de los jóvenes, si solo confían en la SS, es catastrófico porque la SS no puede darles más. La SS no va a quebrar, pero tampoco va a poder dar prestaciones mejores de las que da hoy. Las pensiones que salen del sistema son las mejores que se han pagado nunca. Y serán las mejores que se pagarán jamás”, afirmó el experto.