Diario de Navarra celebró un Foro DN en Vivo alrededor de las elecciones generales que se celebraron el pasado 10 de noviembre.
Para hablar y dialogar tanto de los grandes problemas pendientes como sobre lo inusual de la repetición, Diario de Navarra invitó a cinco voces: Carlos Zufía Sanz, sociólogo y director de CIES, una empresa navarra con larga experiencia en encuestas electorales; Javier Tajadura Tejada, profesor de Derecho Constitucional en la Universidad del País Vasco y con una visión muy definida sobre el desafío independentista catalán; Luis Campos Iturralde, sociólogo y director general del Observatorio de la Realidad Social del Gobierno foral; Javier Taberna Jiménez, presidente de la Cámara de Comercio de Navarra y experto conocedor de los retos económicos; y Carlos Medrano Sola, economista y colaborador habitual de las páginas de Opinión de este periódico.
En un escenario de desaceleración y con incertidumbres en el horizonte como el devenir de la guerra comercial entre Estados Unidos y China o el ‘brexit’, los partidos políticos afrontan el 10-N conscientes de que la economía será uno de los grandes retos al que deberán dar respuesta, bien desde el gobierno o desde la oposición. Y de aquí que el hecho de que los cinco ponentes que participaron en el foro DN en Vivo coincidieran en que “no hay fórmulas mágicas” pero si algunos ingredientes básicos para empezar a ‘cocinar’, no fuera un tema menor. Hablaron de las reformas “sostenidas” en el tiempo e “inaplazables” que se necesitan para afrontar la educación, el mercado laboral o la fiscalidad. También, de las “debilidades estructurales” que presenta la economía española. “Gastamos lo que estamos creciendo”, advirtió el economista Carlos Medrano Sola. Pero, sobre todo, se insistió sobre la necesidad de aprender a gestionar la innovación en la empresa y de cómo afrontar las nuevas necesidades formativas de los trabajadores ante el “divorcio absoluto” que existe entre lo que demandan las empresas y lo que sale de las facultades.
Javier Taberna Jiménez, presidente de la Cámara de Comercio de Navarra, rompió el fuego de las intervenciones. Primero quitó trascendencia a problemas como el de la guerra comercial o el divorcio de Reino Unido de Europa, “temas que siempre están presentes. No doy importancia a la anécdota”, zanjó. A renglón seguido, aseveró que lo crucial está en el “cambio social” que sitúa a “la tecnología” como gran protagonista. “Va a mandar en el mundo y nos tenemos que preparar”.
Abordaron el problema con un “enfoque a largo” que agradecieron alguno de los asistentes, como el economista y profesor de la UPNA, Emilio Huerta, y poniendo sobre la mesa temas de los que, como apuntó Carlos Zufía, sociólogo y director de CIES, poco se está hablando durante la campaña. Porque hablar de la deuda o el déficit, como apuntó Medrano, “no da votos, pero sí los quita”, y “si tenemos elecciones generales todos los años no se van a solucionar”. El problema es complejo y necesita un amplio consenso político que todos coincidieron en reclamar. Y es que hay que lograr que la economía crezca y se cree empleo, el principal reto. “El empleo lo crean mayoritariamente las empresas”, recordó Taberna antes de apuntar que lo que necesitan para hacerlo son “gobiernos estables, previsibles, y modelos fiscales que favorezcan el empleo y la inversión e infraestructuras”. Y lo que es más importante todavía, hacerlo sin que el estado del bienestar se resienta.
Ahí fue donde el tema impositivo terminó por imponerse en el debate. Si para Medrano la “amenaza interna” que más nos debe preocupar es “la subida de impuestos” que anuncian los partidos que apuestan por “vivir de la pastilla, frente a las medidas preventivas”, para Luis Campos Iturralde, sociólogo y director general del Observatorio de la Realidad Social del Gobierno de Navarra, lo es el deterioro del estado del bienestar con la “precarización del empleo” o el retroceso en la “cohesión territorial”, que también afecta a Navarra. “Necesitamos una administración eficiente, abordar el reto del envejecimiento y para eso hacen falta recursos. Se llama impuestos. No hay ningún estado de bienestar fuerte con impuestos bajos ”, le respondió.
Son retos que Campos calificó de “inaplazables” y sobre los que, apuntó, los partidos políticos de Navarra “tienen análisis coincidentes y propuestas parecidas que no se ven en los debates. Con ese mensaje hoy quizá tendríamos otra situación”. Aunque entre el público que acudió al debate sí había algún representante político, como el socialista Toni Magdaleno que aspira a revalizar su puesto en el Senado, que seguirá el escutrinio con cierta presión, los cinco ponentes, del mundo de la economía, la sociología y las ciencias políticas debatieron con plena libertad y despojados del “populismo” al que, como describió Javier Tajadura Tejada, profesor de Derecho Constitucional en la Universidad del País Vasco, “juegan” los políticos durante la campaña, para eso no decir con claridad lo que no conviene que se sepa. “Lo dijo Felipe González en una entrevista. Me gustaría que los dirigentes plantearan a la sociedad que nivel de prestación de servicios queremos y que se dijera con claridad cuánto cuesta mantener todo eso. Que se planteara a los ciudadanos la verdad y no se hicieran cuentos de la lechera”, resumió.
Planteamientos que volverán a quedarse sin respuesta. Igual que el impacto que a corto y medio plazo tendrá en la sociedad navarra el fenómeno de los “trabajadores pobres” al que aludió Javier Barinaga, de CC OO. “Si se bajan impuestos hay que ver a quién y para qué. En España se recaudan 60.000 millones de euros al año menos que si tuviera la fiscalidad media de europa”, concluyó.
La solución al desafío independentista tardará años, dicen los expertos.
Los cinco ponentes que participaron en el foro DN en Vivo protagonizaron un prolijo debate en el que el desafío independentista en Cataluña tuvo un papel destacado. En lo que todos coincidieron fue en afirmar que la solución tardará años en llegar, “5 ó 10”, se atrevió a aventurar Javier Tajadura Tejada, profesor en Derecho Constitucional en la Universidad del País Vasco y con una visión muy definida del proceso independetista catalán. “No hay fórmulas mágicas y el gobierno que salga de las urnas no podrá hacer nada muy diferente a lo que han hecho Mariano Rajoy o Pedro Sánchez”, sentenció antes de remarcar que el principal problema que ha creado el independentismo es la “fractura social”. Remarcó que sólo un gobierno “fuerte” garantizará una respuesta “efectiva” aunque, al igual que el resto de sus compañeros de mesa, no auguró grandes giros políticos tras el 10-N.
En lo que no discreparon fue en el diagnóstico sobre cómo hemos llegado hasta aquí. Sí en las fórmulas para afrontar el problema. Frente a la propuesta que lanzó el sociólogo Luis Campos Iturralde de hacerlo con “empatía” y apostando por la “convivencia” en contraposición a análisis, dijo, “simplistas y erróneos”, Tajadura hizo hincapié en la “causa estructural” de un conflicto al que hemos llegado, remarcó Tajadura “por la negligencia de los poderes públicos”.
La situación de Cataluña fue uno de los bloques temáticos en los que los organizadores del evento estructuraron el foro con el ánimo de conocer, por un lado, su opinión sobre el impacto que el recrudecimiento de la violencia en Cataluña tras la sentencia del ‘procés’ puede tener en los votantes el 10-N y, por el otro, cómo Cataluña puede marcar la agenda política del nuevo gobierno que salga de las urnas.
Tajadura defendió que salvo que acontezca un ‘cisne negro’ el tema catalán no tiene por qué influir en el resultado electoral, “salvó en la subida de Vox”, apostilló. “De producirse más violencia habría que dar una respuesta inmediata y el gobierno que la de se podría verse beneficiado. Ojalá no se produzca”. En todo caso, abundó, Cataluña será uno de los retos del gobierno entrante, “pero para dar una respuesta efectiva tendrá que ser un gobierno de fuerte respaldo. No podrá hacer nada muy diferente a lo que han hecho Mariano Rajoy y Pedro Sánchez”, reiteró dejando claro que el principal problema que ha originado el desafío independentista en Cataluña es la “fractura social”. “La mayoría de la sociedad no es independentista y no se la puede abandonar”, imploró antes de advertir de que el mayor riesgo está en “dar respuestas desproporcionadas, porque (los independentistas) se harán las víctimas”. Durante el debate se aludió a que los “nihilistas” están en todo el mundo recordando a los presentes las imágenes de los Campos Elíseos ardiendo en París por los chalecos amarillos o los 20 muertos que dejaron en Chile en un sólo día las protestas contra el Gobierno de Piñera.
EL «MÁS RADICAL» GANA
El director de Cies, Carlos Zufía, aludió a la encuesta de última hora que recogía este miércoles un periódico de Andorra- en España están prohibidas- que da “4 ó 5” diputados a la CUP para reafirmarse en el argumento de que “el más radical es el que marca la tendencia porque los demás no se atreven”. Se habló, también, del “peligro objetivo” que supone Quim Torra “que está jugando con juego” y no se descartó que el nuevo gobierno tenga que volver a utilizar el 155 si el presidente de la Generalitat al frente.
Campos, por su parte, abogó por adentrarse al conflicto catalán desde la “empatía” y explorando los motivos que han llevado a un porcentaje alto de la sociedad catalana a “convertirse” en independentista. “Hay gente en el tejido empresarial, en las universidades que han sucumbido y quiero entender ese discurso para desmontarlo”, explicó.
Un argumento del que discreparon tanto Javier Taberna como Tajadura que aludieron a los 40 años que llevamos de “cesiones” continuas de PP y PSOE a Cataluña “ para poder aprobar sus presupuestos”. “Lo que les tenemos que hacer ver a los catalanes es que se puede convivir muy bien con el resto de España, una de las democracias más completas”, esgrimió el presidente la de Cámara de Comercio quien defendió que “con la emoción no se puede argumentar” y que es necesario “que todos los partidos se pongan de acuerdo a la hora de defender el estado de derecho y el modelo de convivencia”. Tajadura dirigió sus dardos dialécticos hacia el PP y el PSOE que aunque “no comparten la visión del Estado vacío de competencias” han sido incapaces de pactar entre ellos y han necesitado de los votos nacionalistas de los que “un gobierno fuerte de coalición podría prescindir”.