Al igual que en la famosa trilogía, lo que sucede en ‘Esperando al diluvio’ está basado también en una historia real, una historia que Redondo hace suya con sus temas, trayéndola al Bilbao de los años 80.
Dolores Redondo, invitada especial en el 15 aniversario del Club de lectura de Diario de Navarra
Cuenta Dolores Redondo (San Sebastián, 1969) que cada libro que escribe es “una carta de amor” a sus lectores. Así que el Club de Lectura de Diario de Navarra no pudo tener este miércoles mejor regalo, por su 15 aniversario, que la visita de la escritora. De la mano de Belén Galindo y ante un auditorio al completo (se eligió el Planetario de Pamplona para disponer de un mayor aforo), “la reina Midas de la letras de nuestro país” -tal y como la definió la responsable del club- desgranó los entresijos de su última novela, ‘Esperando al diluvio’, que se ha convertido en número uno en ventas desde que salió a la luz el pasado 16 de noviembre.
La autora de la popular Trilogía del Baztán (‘El guardián invisible’, ‘Legado en los huesos’ y ‘Ofrenda a la tormenta’), que tuvo más de tres millones de lectores, desveló que su última obra, al igual que todas las anteriores, trata fundamentalmente de dos temas: “el amor y el miedo, las dos emociones más importantes de nuestra vida”. “Dos emociones nos enseñan las personas que nos crían -según abundó la autora-, y que condicionan el modo de amar y de temer que tendremos en la edad adulta”.
Para Redondo, “nunca llegamos a superar de algún modo nuestra infancia, para bien o para mal”. “Aprendemos a amar, tal y como nos han amado; y tenemos los mismos miedos que hemos visto en nuestras familias. Y aunque lo ideal sería que nadie sintiera miedo dentro de su casa -subrayó en alusión al caso de la inspectora protagonista de su trilogía, Amaia Salazar- a veces no sucede así”. Y prosiguió: “La persona que encadena relaciones o amores tóxicos es, muchas veces, porque los recibió así cuando era niña. Sin embargo, cuando hemos recibido un amor correcto nos saltan enseguida todas las alarmas; sabemos que el amor no puede ser eso”.
Según explicó la escritora, conoció al asesino en serie de la novela, John Biblia, “a través de la literatura, ya que otros escritores ingleses habían tratado su figura”. “Fue un asesino muy famoso, con una forma de matar muy depurada -eligió a sus tres víctimas en la misma discoteca, las estranguló y las violó, cuando curiosamente las tres tenían su menstruación- y, pese a desatar la mayor operación policial de Escocia para su búsqueda, nunca fue capturado”.
Para Redondo eso significaba que “John Biblia había entrado en prisión por otro delito, había muerto o había viajado a otro país”, excusa que le sirvió para situar al personaje en la capital vizcaína en 1983, días antes de que un verdadero diluvio arrase la ciudad. Y en Esperando al diluvio, es el investigador de policía escocés, Noah Scott, el que decide, pese a su frágil estado de salud, contra los consejos médicos y con la negativa de sus superiores, continuar con la persecución del asesino.
Redondo contó que decidió situar su novela en Bilbao, “porque tenía muchas similitudes con Glasgow”, la ciudad donde se habían perpetrado los asesinatos entre 1968 y 1969, y “porque tenía una deuda” con la capital vizcaína tras el acogimiento que tuvo su primera novela, Los privilegios del ángel (reeditada en 2021), cuando todavía no era la famosa escritora en la que se convirtió posteriormente. “También quería mostrar cómo una ciudad como Bilbao en los años 80, con una gran industria y muy contaminada, en decadencia por la crisis económica, la violencia y la heroína podía transformarse completamente y convertirse en una ciudad limpia, ordenada y amable, pero sin perder su carácter, que siempre fue muy abierto”, señaló.
También, la principal autora española de ‘best- sellers’ reconoció que, como le dice su editor, “para escribir una buena novela, hay que tener algo que te reconcoma, por dentro”. Y en su caso, ese dolor y eso que hace que durante un año y medio permanezca encadenada a una mesa es “la víctima indefensa”. “La víctima que no tiene voz es lo que me conmueve”, aseguró a un público totalmente entregado.
Aunque ‘Esperando al diluvio’ sea considerada formalmente un thriller, Galindo la definió también como “una novela histórica, una novela política y también una novela de amor”, algo que la escritora corroboró explicando la relación entre los personajes de Maite y Noah, pero sin desvelar partes fundamentales de la historia.
“Maite representa a muchas mujeres normales que conozco, que regentan un bar o una tienda y que son resolutivas, seguras y contentas; me encantan. Noah -hoy por hoy mi personaje favorito- es en buena parte yo misma y es imposible no definirme con él. Pero produce mucha tristeza -continuó- ver que a Noah termine cuadrándole todo justo cuando ya no le quedan opciones. Esto es un buen aprendizaje para la vida y quiero que su historia sirvan a mis lectores”, subrayó.
“Espero de verdad que esta novela sea un regalo para ustedes y que les guste. Pero, como aspiro a escribir siempre una novela mejor, si esta no les gusta, ya les escribiré otra”, se despidió Redondo.