La localidad de Viana además de ofrecer un recorrido por su pasado y sus planes de futuro, puso de relieve el peso de su industria. La Alberguería, La Peña y La Granja, los tres polígonos que conviven en su término municipal, albergan a más de cien empresas. La multinacional de galletas, los embutidos, el aceite o el vino constituyen exponentes de la variedad de sus sectores.
Las ruinas de San Pedro acogieron los testimonios de la técnica de Cultura y Turismo del Ayuntamiento de Viana, Pilar Martínez Olcoz, de la concejala de Turismo, Marta Espinosa y del historiador local, Félix Cariñanos. De manera virtual también participó Isabel Garayoa, directora del grupo de teatro local Anea. Así pudo compartir los recuerdos de más de un cuarto de siglo en escena desde que Félix Cariñanos escribiera para la asociación Anea la primera obra, Mujeres de Viana.
Además, también estuvieron también presentes José Luis Echeverría, de la oficina de Turismo, y Silvia García, del albergue de peregrinos Andrés Muñoz. Todos ellos hablaron del potencial turístico, jacobeo y cultural de la ciudad -de su innovación y capacidad para consolidar eventos año tras año- antes de dar paso a las voces que se refirieron a su industria.
Francisco Indave, director comercial de Mavinsa, empresa local dedicada a la fabricación de botas de agua que fundó su padre a principios de los sesenta, destacó como el tejido industrial ha sido siempre importante en Viana favorecido por las buenas comunicaciones del valle del Ebro donde se localiza. La definió como “Constancia. Porque con altibajos y variaciones se ha mantenido estable, algunas empresas han desaparecido pero han venido otras nuevas”.
Junto a él, Maikena Barrachina, gerente de Wikai, y Eduardo Elizalde, de Laboral Kutxa, hablaron, respectivamente, de tradición -con empresas de muchos años por las que han pasado varias generaciones- y diversificación. Antes de que cerrara el acto el dueto de piano y voz formado por Jesús Gómez de Segura y Cristina Arina, profesores de la escuela municipal de música, la alcaldesa Yolanda González.
El antropólogo, historiador, escritor, fotógrafo, conferenciante, autor de obras musicales, experto en el Camino de Santiago e investigador incansable en el archivo de su ciudad, el ya jubilado, Félix Cariñanos, está también la capacidad de ilustrar, arrancar sonrisas y emocionar en una misma intervención, como la que le llevó el martes a Impulsar Navarra. A hacerlo, decía, “mucho bien” antes de explicar como en Viana, lo mismo que en otras localidades navarras, los jóvenes se organizaron después de la tercera guerra carlista y lograron sumar a las fiestas de la Magdalena, que eran las del Ayuntamiento, las de Santiago repartidos en hasta quince asociaciones. Con el paso del tiempo, surgieron las cuadrillas y, después, las peñas de Viana.
Se habló del asociacionismo, muy importante en la ciudad así como el festival MugacuFest, impulsado por el colectivo juvenil Gazte Berri de la mano del Ayuntamiento y en el que se vuelcan numerosos colectivos locales. Un programa que ha logrado consolidarse y que se puso como ejemplo entre los reclamos del calendario de Viana, como lo son también las jornadas de vino y patrimonio. Y de juventud de ayer a la de hoy, ¿en qué ha cambiado?, ¿cómo es ahora?”, le preguntaba Belén Galindo a Cariñanos. Este refería a una diferencia fundamental entre las generaciones de otro tiempo y las del siglo XXI. “Hoy, se aguardan las fiestas con menos expectación porque hay fiestas todo el año”, decía.