El programa Impulsar Navarra abrió este martes su gira de 2022 con un primer programa celebrado en Marcilla. Esta iniciativa de Diario de Navarra y Brandok Comunicación quiso poner el foco en la gente del municipio, sus empresas, su historia, sus tradiciones y sus retos de cara al futuro. Mario Fabo, alcalde de Marcilla recalcó que Marcilla, ahora mismo, se encuentra en una situación “inmejorable”.
La sesión conducida por las periodistas Belén Galindo y Leyre Mateos se desarrolló en el auditorio del castillo y constituyó la primera cita de una segunda gira del programa que recorrerá diferentes municipios de la geografía navarra. Este evento fue patrocinado por Laboral Kutxa, Wikai y el departamento de Cohesión Territorial del Gobierno de Navarra.
Durante algo más de hora y media, los ponentes estuvieron debatiendo sobre el contexto general y actual de Marcilla, sus demandas, infraestructuras propias y de Navarra en general. Pero hubo tiempo también para abordar cuestiones de índole cultural, turística y social antes de concluir con el punto de vista aportado por empresarios de firmas locales actualmente en expansión. “Tras dos años de pandemia, ahora mismo la situación de Marcilla podemos decir que es inmejorable en todos los sentidos”, remarcó Fabo, haciendo referencia entre otras cuestiones a unos datos de parto que se sitúan a día de hoy en cifras inferiores a la crisis de 2008. Sobre la pandemia, reconoció, el ayuntamiento actuó “lo mejor que pudo y supo, aprendiendo sobre la marcha”.
Además, el alcalde explicó cómo Marcilla sorteó “muy bien” las cinco primeras olas de la pandemia citó como pilares de la localidad, además de su castillo, el crecimiento industrial que está experimentando el municipio en los últimos años y a la educación, con centros educativos que cubren la demanda desde la etapa 0-3 años hasta el bachillerato en el propio municipio.
Marcilla hasta los años sesenta era un pueblo agrícola pero esto cambió. La localidad ha tenido un gran desarrollo industrial desde entonces que ha traído consigo un incremento de la demanda de vivienda. De cara al futuro, el municipio marcillés pone el foco en las infraestructuras. En este sentido, Mario Fabo, dejó claro que una de las prioridades del ayuntamiento es el puente de la NA-660 Marcilla-Villafranca sobre el río Aragón. Esta demanda fue trasladada al Consejero de Cohesión Territorial, Bernardo Ciriza, que aseguró tener en cuenta ya que se incluirá en el IV Plan de Carreteras. “Ahora mismo se está haciendo un estudio para ver las posibilidades y fijar un presupuesto que podría no ser menor de los tres millones. El mayor problema de ese puente es la anchura”, apuntó Ciriza.
El consejero mostró su deseo de elaborar un plan de carreteras real del que puedan acometerse en ocho años la totalidad de las inversiones previstas, no como ha sucedido en el actual. Para conseguirlo, volvió a poner sobre la mesa la posibilidad de implantar peajes a los vehículos de gran tonelaje. “Como ya se viene haciendo en todos los países de Europa y también en el País Vasco”, apuntó. Idea en la que insistió en su intervención Berta Miranda, directora general de Transporte.
El evento se puede visualizar a través de este enlace.